consejos y pautas para estimular el habla y el lenguaje

A continuación os dejamos algunas pautas para que las podáis poner en práctica con los más pequeños, de 0 a 3 años, ya que esta es la etapa donde se desarrolla una gran parte del lenguaje y del habla, que más adelante irán perfeccionando y puliendo.

• Es muy importante hablar mucho con ellos y frecuentemente desde que son bebés, aunque no puedan contestar, ellos se comunicarán con una sonrisa, una mirada o el llanto. Cuando les hablamos lo hemos de hacer de forma natural, con frases claras y entendibles.

Podemos utilizar todas aquellas rutinas diarias para ponerlo en práctica, como a la hora del baño, en la mesa cuando vamos a comer, en el coche o paseando por la calle. Explicar y describir lo que estamos haciendo, nombrar los objetos que utilizamos o que vemos, ayudará a favorecer su lenguaje y a ampliar su vocabulario, entre otras muchas cosas.

• La forma que le damos al lenguaje para dirigimos a ellos también es un punto muy importante a tener en cuenta. No es conveniente usar un lenguaje muy infantilizado y lleno de diminutivos, pero tampoco dirigirnos a ellos con frases complejas y un vocabulario que no esté a su alcance todavía. Resulta muy positivo adaptar nuestras frases y la longitud de estas a la edad y capacidades que tiene el niño. como cuando les explicamos o pedimos alguna cosa, hemos de asegurarnos de que lo han entendido, para que puedan actuar en consecuencia.
• La lectura de cuentos en voz alta es una herramienta perfecta para el desarrollo del lenguaje, la imaginación, la atención y el acercamiento a la lectura. Además al visualizar las ilustraciones podrán identificar los diferentes personajes y hechos que suceden en la historia.
• Jugar con las onomatopeyas supone una actividad muy divertida y llamativa para los más pequeños y además les ayuda con el desarrollo del lenguaje y del habla. Por una parte, la realización de onomatopeyas favorece la ejercitación de los órganos bucofonatorios, es decir de la musculatura implicada en el habla, y ayuda a que el niño aprenda nuevos sonidos y formas de articular. Por otro lado promueve el desarrollo del lenguaje ya que favorece la imitación y la interacción del niño.
• La alimentación es muy importante en el proceso de desarrollo del habla y del lenguaje, puesto que es necesario que los niños tengan una dieta sólida que les permita masticar. La masticación favorece la tonicidad de la musculatura de lengua, labios, mejillas, etc. Órganos involucrados en la producción de los sonidos del habla. Por lo que mantener y alargar en el tiempo una dieta blanda, con exceso de triturados, puede desencadenar dificultades en el habla y en la deglución.
• Por último, no olvidéis que el entorno que les rodea sois vosotros y que seréis el mejor ejemplo a seguir.

Estos son solo algunos consejos que podéis poner en práctica en vuestro día a día y así estimular su aprendizaje. Aunque siempre que surja una duda acerca del desarrollo de vuestro hijo o sobre cómo actuar ante determinada situación, no dudéis en consultarlo.